De comerciales y temores
Hubo un tiempo en que mi papá ganó buen dinero y lo noté porque levantamos el segundo piso de la casa de mis padres, tuve mi propia recamara, y mi televisión propia. Pero así como llegó esa maravillosa temporada, se fue de igual forma. Y de nuevo a apretarnos el cinturón y economizar en todo lo que se pudiera.
Comencé a trabajar y comencé a ganar dinero. De nuevo volví a saber lo que era pagar tooodos los gastos y quedarme con dinerito en la cartera. Bueno, vamos... Hasta pude ahorrar y comprarme un carrito del año.
Luego, de nuevo, la época de vacas flacas.
Vino la pareja, decidí formar una familia y después vinieron los bebés. Todo parecía ir marchando bien; con deudas si, por negligencia mia (lo reconozco) pero nada que no pudiese ser solventado cavando nuevos hoyos para tapar otros.
En las ultimas semanas se han suscitado problemas a nivel mundial que han afectado gravemente a la industria textil que es donde me manejo (para mayor referencia, ver aqui y aqui) y dado que lo principal es la supervivencia de los propietarios, se han dado despidos frecuentes en la empresa donde trabajo. Algunos justificados en base a desempeño pero la mayoría totalmente injustificados. Y que chistoso, ningún judío fue despedido (la empresa donde trabajo es propiedad de judíos).
Han corrido rumores de que se busca reducir la nómina en un 40%; lo cual podría lograrse con el despido de algunos directores que no hacen mas que cubrir el organigrama, pero no, es mejor despedir a algunos empleados que son los que terminan haciendo la operación diaria.
Todos tenemos miedo de que llegue la quincena, y en especial el último dia de la misma. ¿Por qué? porque cualquiera puede recibir la llamada de Recursos (in)Humanos pidiendo que pase a firmar el finiquito.
Es lo peor que uno puede pasar: Terminar el dia y recibir la noticia de que nuestros servicios ya no son requeridos. Y peor aún, en estos dias en donde las empresas están más preocupadas en fiestas de fin de año que en contratar personal, aunado a la crisis económica mundial.
Y para colmo, por si hacía falta algo, veo en televisión un comercial de Televisa que es un asco: Basicamente te dicen que crisis hemos vivido siempre, que podemos tener miedo y que ese miedo nos paraliza, pero para vencer ese miedo debemos hacer lo que hemos hecho toooda nuestra vida: levantarnos temprano, darle un beso a los niños, y salir a chingarle. Palabras mas, palabras menos. Ya vendrán años en donde puedas pensar en progresar; ahorita es tiempo de chingarle.
Me encabrona eso. Tan pronto comienza ese comercial apago al TV y abrazo a mi hija y mi hijo, rogando que ellos no vean la programación de Televisa.
Navegando por Internet, encontré una parodia a ese comercial que a continuacíon pongo:

Espero que no sea de los despedidos en mi trabajo. En estos momentos es cuando no puedo dejar de ganar dinero, mis hijos necesitan muchas cosas, mi esposa y yo mismo. Los tendré al tanto si ocurre algo.
Por cierto, La imagen está en este link, tomada del Blog del Monero Hernández.
Saludos.