El viaje sexual de las drogas en tu cuerpo (cuidado!)
En abril de 2009, ante las miradas sorprendidas de los estratos conservadores, el pleno del Senado aprobó el dictamen de la iniciativa de ley para combatir el narcomenudeo, misma que permite a adultos portar dosis mínimas de droga para su consumo. Las vicisitudes legales han ido surgiendo así como su efectividad en términos de beneficios sociales. No obstante, estamos frente a una nueva libertad. ¿Sabremos manejarla?
Las drogas naturales como el cannabis (bautizado como Marihuana en México) o el opio encontraron su carácter de ilegal no por los efectos que suscitan – aprovechados por la medicina ancestral- sino a causa de su abuso en ámbitos lúdicos. Ya en 2700 a.C. Shen Nung, padre de la medicina china, recomendaba el uso del cannabis para curar múltiples malestares. El primer anestésico utilizado desde tiempos de los sumerios fue el opio. Asimismo se fueron integrando con el fin de fomentar el júbilo desde en rituales e iniciaciones tribales hasta en las grandes galas de las cortes. En el 800 d.C. Mahoma permite el uso del cannabis pero prohíbe el alcohol con ese propósito.
Toda sustancia que altere la conciencia se relaciona con el placer, donde el sexo no puede ser eximido. Y entonces su aplicación para ‘darle gusto al cuerpo’ se extendió en una cultura mundial -la cual lejos de advertir los perjuicios sexuales al usarlas bajo una irresponsable dosificación (donde tampoco se advertía la dependencia que creaban)- las enalteció como ayudantes de cama. En tratados médicos hindúes que datan del 1200 a.C. se reconoce al opio como un exacerbante de la alquimia sexual y una cura para la debilidad viril. Con el avance de la ciencia, surgen las drogas sintéticas y semisintéticas, aumentando las promesas para aquellos que deseaban sentir el quinto cielo al momento del ‘agarrón’. Aquí, lo que sucede a la respuesta sexual tras el uso consuetudinario (y eso no quiere decir diario, basta con cada fin de semana) de las seis principales drogas que se han permitido portar en pequeñas cantidades. No se conviertan en basureros de ustedes mismos, por fa. Léan.
*Las cantidades permitidas de acuerdo al Senado, no a la medicina (no confundir)
Marihuana- cantidad permitida: 5 gr
Efecto depresor que incita a relajarse, desinhibirse y aumenta la percepción de sensaciones a una dosis baja (dos a cinco fumadas de un ‘churro’ o ‘porro’)
Efectos sexcundiarios
Al aumento de la dosis disminuye la sensibilidad, merma la erección y la lubricación vaginal, reduce las sensaciones táctiles y la capacidad de conectarse sensorialmente. A mediano plazo se afecta la producción de testosterona -hormona responsable del deseo sexual- y provoca disfunción eréctil peneana y clitorial. Reduce la producción de semen y genera espermas anómalos, suprime la ovulación, causa desajustes en el ciclo menstrual y alteraciones hormonales. En el embarazo crea retardo en el desarrollo fetal y aumento de posibilidad de aborto espontáneo. (¡Qué pasónzote!)
Opio- cantidad permitida: 2 gr
Sensación relajante, de desinhibición y fácilmente excitable. Induce estados oníricos. De efecto fuerte. De 10 gr en adelante, se considera dosis letal.
Efectos sexcundarios
Todos los anteriores además de eyaculación retardada y alto desinterés en actividades sexuales. Las prostitutas de Shangai lo usan para matar su libido y poder entrarle a la chamba sin parar… ni sentir.
Cocaína- cantidad permitida: 500 mg.
Se presumen propiedades excitantes como aumentar el deseo, mejorar la firmeza y la duración de las erecciones así como intensificar el orgasmo, tanto en los hombres como en las mujeres.
Efectos sexcundarios
Produce disfunción eréctil a mediano plazo. Puede causar priapismo (erección involuntaria, duradera y dolorosa). Su acción más importante es bloquear la conducción nerviosa. Se afectan los reflejos inferiores produciendo temblores y movimientos convulsivos. Es el único anestésico que impide la absorción de los neurotransmisores en los terminales nerviosos. Puede dejar los órganos sexuales ‘de adorno’ y sin sensibilidad tras su uso prolongado. (¿Otra línea?)
Heroína- cantidad permitida: 50 mg
Semisintética, proviene de la morfina. Deprime el sistema nervioso central, aminora ansiedad y provoca euforia.
Efectos sexcundarios
Produce el llamado “orgasmo psicogénico”, que no es más que una sensación subjetiva de la hipertrofia del Yo, lo que provoca alto desinterés en el sexo. Quienes lo consumen prefieren ‘su dosis’ que el coito, la cual describen como muchos orgasmos en uno. Disminuye las sensaciones y la libido. Afecta la concentración de testosterona, genera eyaculación retrógrada e imposibilidad para eyacular. En las mujeres causa amenorrea, infertilidad en el 90% de los casos, y en el 20%, reducción de las mamas. (Lleve, lleve su heroína, para que no termine ¡nunca!)
LSD (ácido lisérgico)- Cantidad permitida: 0,015 mg.
Compuesto derivado del hongo del centeno. Al igual que el peyote estimula la producción de serotonina o contiene agentes químicos que imita sus efectos. Estimulan los centros del placer del cerebro, activan las áreas de los lóbulos temporales que generan las alucinaciones. Se experimenta una sensación de traslación a otro lugar-espacio-tiempo. En dosis mínimas aumenta el rendimiento sexual.
Efectos Sexcundarios
Su uso frecuente atrofia completamente las capacidades sexuales. Sólo se recuperan al cabo de años de haberlas suspendido. Produce cambios drásticos en la personalidad y graves alteraciones mentales como paranoia, esquizofrenia, ataques de pánico, etc. Produce ‘flashBacks’ o escenas retrospectivas súbitamente, a menudo, sin aviso previo hasta un año después de haberla usado. (Te verás muy sexy con tu camisa de fuerza)
MDA y MDMA (cristal y éxtasis)- Cantidad permitida: 40 mg o tableta no mayor a 200 mg.
MDA o metilendioxianfetamina es un derivado del MDMA o metilendioximetanfetamina. Sintéticas, elaboradas a base de anfetamina, metanol, peroxido de hidrogeno entre otras sustancias. Exaltan el ánimo, eliminan la sensación de cansancio, provocan apertura emocional e identificación afectiva hacia otros por lo que se presume que aumentan el deseo sexual (sólo es una distorsión de la realidad).
Efectos sexcundarios
A corto plazo provoca problemas de erección, priapismo del pene y del clítoris, dificultad para lograr el clímax tanto en hombres como en mujeres. Extrema deshidratación lo que impide lubricar y eyacular. (¡Arriba, arribotota!!… pero de la plancha del urólogo)
Otros datitos
Le heroína es hermana de la aspirina, creada por el mismo laboratorio. Se usaba en jarabes para tratar males de los bronquios y para recuperar ‘heróicamente’ a los adictos a la morfina. El descubrimiento de su uso lúdico la llevó a su ilegalización.
Uno de los usos sexuales de la cocaína consiste en colocarla en el clítoris para aumentar el orgasmo. Lo único que se logra es un efecto anestésico en el mismo que puede durar hasta 24 horas.
“Primero empezamos tolerando uso de drogas, después centros de droga para jóvenes, después los criminales se adueñaron de ellos para enriquecerse y ahora prácticamente toleramos la organización de redes criminales”, Rob Hessink, político holandés.
“Está comprobado a nivel mundial que hacer difícil o penalmente arriesgado el acceso a la droga hace que renuncie a usarla el 50% de los consumidores, que lo son ocasionalmente”. Ulf Rydlerg, toxicólogo del instituto Karolinska, Estocolmo.
“La mayoría de las drogas alteran la percepción y, por lo tanto, hay hasta un 40% mayor riesgo de sexo impuesto, embarazo o contagio de infecciones de transmisión sexual”. Anabel Ochoa, sexóloga.
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