Soñando con un BlackBerry Storm
Comienza un nuevo día.
Suena la alarma del viejo celular y debemos espabilarnos rápidamente. El viejo celular aún funciona como despertador cono ese tono de los llamados polifónicos que tanto furor causaron cuando el viejo celular estaba tan de moda…
Debemos salir rumbo al trabajo y lamentablemente el tráfico está como siempre: horrible. El transporte público a tope y yo sin un buen libro para hacer más llevadero el rato. Si el viejo celular tuviese la capacidad de leer documentos PDF, podría ir leyendo un libro tal como lo hace el compañero de al lado. O si el viejo celular pudiese tocar MP3’s podría escuchar música como seguramente lo hace el tipo de adelante que viene haciendo con sus manos ademanes como si estuviese tocando la batería. O como dicen en poderpda.com, poder ir viendo alguna película o un capítulo de mis series favoritas; ahí dicen que con los ahora llamados “smartphones” se puede hacer eso y más.
Regresando de mis sueños guajiros, llego al trabajo y comienzo mi labor diaria. Es arduo el trabajo ya que debo terminar este proyecto en tiempo para evitar contratiempos en otras áreas. De repente recuerdo que debo hacer un pago pero no recuerdo la cantidad. Si tan solo el viejo celular tuviese la capacidad de mantener mi información financiera… Ni modo, a llamar al servicio de banca por teléfono para saber el saldo a pagar.
Súbitamente recuerdo que debería llamar por teléfono a mi querido amigo Edilberto por su cumpleaños. Revisando la agenda del viejo celular encuentro su número y al intentar llamarle, escucho la fastidiosa vocecita que dice algo así: “No tiene el suficiente crédito para completar su llamada; adquiera una ficha amigo…” y todo lo demás. ¡Cómo odio esa vocecita! ¡Si tan solo tuviese un celular con comunidad nacional para que pudiese estar en contacto con los amigos y familiares!
Como parte del trabajo, debo ir a cierta parte de la ciudad que desconozco por completo y tan solo tengo la referencia que me dejaron en un papelito. Dado que no tengo crédito, debo lanzarme a la aventura sin más ayuda que un viejo libro de guía-roji. Se me viene a la mente la frase: “Preguntando se llega a Roma” cuando me pasa esto. Después de una ardua travesía y varios despistes, logré encontrar mi destino. Que traumante es depender de un papelito cuando existe tecnología que nos ayuda a simplificar la vida.
De regreso al trabajo, y ya casi de salida, me comentan que me enviaron cierta información a mi correo personal, que si le puedo echar un vistazo. “Será cuando llegue a casa” les comento. Eso dependiendo si mis hijos me permiten encender la PC de casa y revisar mi bandeja personal, sin olvidar que debo atender ciertos quehaceres del hogar. Si tengo tiempo, lo iré revisando cuando los niños se duerman.
A veces pienso que necesito un Smartphone que me ayude a solventar todas estas necesidades y que me permita contar con mas tiempo libre para dedicarlo a mi familia y a mi mismo. He leído que existe algo así como un Blackberry Storm que brinda todas estas funcionalidades y algunas otras más. Sinceramente me vendría bien cambiar el viejo celular por algo así. Si, sería bueno contar con algo así…
Etiquetas: blackberry storm iusacell poderpda concurso
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